MEMORIAS DE UNA CHAMA
ROSMERY. A pesar de estar separada de mi esposo hace 10 años, siempre mantuvimos por ahí nuestros encuentros. Él no rehízo su vida y yo tampoco. Debo suponer que habrá tenido por ahí sus amoríos, sin embargo, nada serio parece haber asomado en su existencia. Quizás por dedicarse muchas horas a su trabajo no ha tenido tiempo. El caso es que cada cierto tiempo viene a visitarme y tenemos intimidad. Y noto que aún me extraña en la cama. Le he dicho que, si quiere seguir conmigo, pues debe mantenerme y engreírme como se debe, con todos mis caprichitos. Cada visita le saco un dinero para mis gastos de la semana. Total, he estado casada con él cuántos años, mínimo le corresponde indemnizarme de esa manera. Pero, la última vez tuvimos problemas porque le sugerí unos regalos por el Día de la madre y el señor pidió ya ustedes saben qué. Le he dicho que cumpla primero y luego ya lo que desee. No obstante, veo que empieza a molestarse por ello. Es una relación sin compromiso, así es que no debe enfadarse. A veces me pregunto si debo seguir en esta situación.
MI CONSEJO
Estás jugando con fuego y te puedes quemar. Y si, aparte, estás en coqueteos con otro, las cosas se pueden poner peor. Piensa con la cabeza y no te expongas. No está bien que sigas pidiendo plata