MEMORIAS DE UNA CHAMA
SILVANA. Cuando conocí a Piero supe que nada ni nadie nos iba a separar. Y, aunque ya no vivimos juntos, después de muchos años hemos vuelto a salir y a tener intimidad. Tenemos en común hijos y ese lazo nunca se rompe. Pero de un tiempo a esta parte lo encuentro más maduro y seductor. Parece que los años han marcado esa parte de su personalidad. Es diferente a cuando lo conocí. Ya no explota como lo hacía por un tema por el que estuviéramos en desacuerdo. Debe ser que llegar a la base cinco le ha dado la serenidad para mirar el horizonte de una forma diferente. Hace pocos días volvimos a la cama y está mejor que nunca. No sé, pero es el único hombre con el que me puedo soltar plenamente. He tenido otras parejas, sin embargo, él es especial porque es muy apasionado. No sé qué irá a pasar más adelante, mientras disfruto del momento. Quién diría que hace algunos años después de decirnos la vela verde, ahora estemos otra vez en arrumacos como dos adolescentes. Por eso, en el amor, nunca hay que decir jamás volveré a beber de esta agua.
MI CONSEJO
Está bien que se estén reencontrando después de muchas lunas, pero todo con tranquilidad. Tiempo al tiempo y si no, bueno, la pasaron muy bien.