EN 1966, UN RESPETADO PSIQUIATRA, CEGADO POR LOS CELOS, ASESINÓ DE QUINCE BALAZOS A SU ‘RIVAL’, UN JOVEN QUE PRETENDÍA A UNA DE SUS PACIENTES. SIN EMBARGO, SE SALVÓ DE LA PENA DE MUERTE. AÑOS MÁS TARDE, SE CONVIRTIÓ EN UN SINIESTRO COLABORADOR DEL GOBIERNO DE ALBERTO FUJIMORI
Esta historia, que quizás pocos recuerden, está plagada de escenas increíbles que bien podría ser el argumento de una saga televisiva, incluso de la pantalla grande. En una época donde en el Perú existía la pena de muerte, un psiquiatra se salvó del paredón luego de acribillar a un joven.
Segisfredo Luza Bouroncle, psiquiatra, por entonces presidente de la Sociedad Peruana de Psicología, tenía 34 años cuando conoció y se enamoró de Martha Vértiz, una paciente suya 12 años menor que él que estudiaba artes plásticas. Los celos lo convirtieron en asesino, sin embargo, el destino le depararía caminos impensados.
EL INICIO DE TODO
Martha Vértiz sufría de ataques de histeria. Estaba deprimida porque estaba siendo obligada por su familia a casarse con su primo y como consecuencia de ello llega al consultorio de Luza. Desde un inicio, ella siente una extraña simpatía por su doctor, que termina siendo correspondida por este.
Las promesas de divorcio de Segisfredo (estaba casado con Teresa de Rávago), empezaron, pero para Martha eran promesas vacías. El viaje a Europa del doctor Luza y su esposa reafirmaron el escepticismo de la muchacha. Esto enfureció a Martha.
De vuelta en Lima, Segisfredo se vio con su amante, y esta le contó que había iniciado una relación con alguien que sí la quería. Se trataba de Fares Wanus, de origen árabe que tenía su misma edad. Ella agregó que se iba a casar con él.
EN BUSCA DE SU RIVAL
Un deprimido Segisfredo Luza llegó a ubicar a Wanus y lo citó para ‘hablar’. La reunión se dio el 13 de octubre de 1966 en el consultorio que tenía Luza en los altos de un antiguo edificio de la avenida Guzmán Blanco, en los altos del Bar Monarca, en el centro de la capital. Allí, Wanus le pidió al doctor que se olvidara de Martha de una buena vez.
Luego, el psiquiatra pidió a Fares esperar en el escritorio, mientras iba por una pintura que Martha le había pedido. Cuando volvió, en vez del cuadro, traía entre manos una Browning 9 milímetros que percutó varias veces sobre su rival. Wanus se desparramó sobre la silla. Luza, con las pupilas extraviadas, lo remató en la cabeza.
JUICIO
Luza se entregó a la Policía esa misma madrugada. En los días siguientes, empezó un juicio que incluyó tres peritajes psicológicos. El resultado fue que al momento del crimen estaba “en estado paranoide y en un cuadro de delirio pasional”. Esto atenuaba la pena, que en otras circunstancias podría haber sido la muerte, según las leyes de entonces.
Finalmente, en abril de 1971, fue sentenciado a ocho años de prisión que, considerando su carcelería anterior, vencían a fines de 1974. En julio de 1971, aprovechando las Fiestas Patrias, Luza le escribió una carta de puño y letra al presidente Juan Velasco Alvarado contándole su infortunio. El presidente lo indultó.
PSICOSOCIALES
Para corresponder el gesto, el psiquiatra empezó a trabajar ad honorem en la Oficina Central de Información del gobierno peruano. Allí lo pusieron a cargo del Departamento de Operaciones Psicológicas, una oficina que elaboraba sofisticadas campañas de comunicación con el fin de mantener al pueblo alejado de la protesta.
Por ejemplo, cuando el régimen tuvo que subir el precio de la gasolina, Segisfredo concibió un plan para que esta medida no fuera rechazada: un mes antes del aumento hizo circular en los medios de comunicación el rumor de que el incremento iba a ser el doble de lo que se tenía decidido, así que cuando el cambio efectivamente se produjo la gente miró al cielo agradeciendo un aumento benigno.
Con la llegada de Alberto Fujimori al poder, Segisfredo Luza empezó a brindar asesoría al Servicio de Inteligencia Nacional de Vladimiro Montesinos. A inicios de 1991 una virgen de yeso empezó a “llorar” en el Callao. El gobierno acababa de dar el “paquetazo”, y los precios se disparaban, entonces la gente iba a pedirle un milagro a la virgen que llora.
Es así como Segisfredo Luza pasó a ser un intelectual centroeuropeo, profundamente involucrado en los misterios de la psiquis humana, a ser un empleado de Montesinos.
DATOS
Segisfredo Luza Bouroncle murió en la soledad de su casa de Cieneguilla el 28 de septiembre del 2012. Antes de ello publicó un último libro «El poder psicosocial» editado por la Universidad Alas Peruanas.
Un hallazgo en la necropsia a Fares Wanus arrojó “indicios de sodomía” (sexo anal), lo que llevó a especular que Fares en realidad era homosexual y se había prestado a una patraña para que su amiga Martha escarmentara al psiquiatra. Esto nunca pasó de ser un mito.